lunes, 15 de junio de 2009

EN BUSCA DE UN CAMBIO TOTAL EN LA SOCIEDAD

No tratemos de “acoplarnos” a algún sistema existente porque no existe tal sistema.
No pretendamos crear tampoco un nuevo sistema. Es demasiado para nuestra limitada mentalidad actual. Se trata solo de intentar entender de manera diferente las posibilidades que ofrece la vida en su diario transcurrir con nosotros a cuestas y que están desde siempre entre nosotros en nuestra tierra y lograr acondicionarnos a ellas.
No acondicionar el mundo a nosotros, que es lo que comúnmente hacemos equivocadamente, se trata de que nosotros nos acondicionemos a este mundo. Aun ahora, que han transcurrido millones de años, es posible cambiar nuestra esencia. Ahí esta el secreto, no se trata de nuevas leyes o normas, se trata de variar desde el principio de la vida los conceptos que de ella entregamos a nuestros niños, para que desde pequeños comiencen a percibir la vida, el vivir, con otra mentalidad, otras concepciones y otras metas. Durante ese proceso deberemos ir descubriendo como podremos entregar sabiduría y conocimientos a nuestros hijos, desde su nacimiento para que sembremos en ellos el concepto de que esta claro que nuestra civilización erró el camino y que se deben re-encauzar las ideas, las concepciones y las acciones y relaciones de las especies para que puedan coexistir realmente en paz y sin temores ni diferencias sobre la tierra que les ha sido heredada. El principio fundamental que tenemos que inculcar es la avidez por encontrar un nuevo orden en el que el hombre individual no sea el centro del universo sino solo una parte de el. El cambio solo aparecerá después de largo tiempo. Es grande el error cometido como para que en pocos años podamos corregirlo. Luego de generaciones el nuevo orden estará vigente, con características que no podemos ni siquiera imaginar. Donde, por ejemplo, la pobreza, la esclavitud, la ambición serán recuerdos tan inverosímiles como nosotros recordamos a los monstruos del mar que aterraban a los viajeros de la época de don Cristóbal Colon. Pasados, solo creados por una imaginación desmedida basada en el desconocimiento de la realidad y la verdad.
La verdad entonces será revelada.
La resistencia, el sentido común, la perseverancia y la convicción que tengamos en los pensamientos que transmitamos deben ser invulnerables. Aunque poco a poco las nuevas generaciones vayan dándose cuenta del horror que las precedió y comiencen a compadecernos y olvidarnos, a considerarnos como una mala época de la historia de la civilización, tendrán también que reconocer que fuimos capaces de percibir nuestro fracaso y de comenzar a tratar de corregirlo. Eso, para nosotros será lo único, para ellos el principio. El principio de un nuevo orden en una diferente civilización.

“Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.”

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